Este método mejora la absorción de grasas/aceites por parte del material, permitiendo que penetren más fácilmente en los gránulos de alimento. Si las grasas/aceites solo se adhieren a la superficie del gránulo, pueden filtrarse gradualmente en las bolsas de embalaje durante períodos de almacenamiento ligeramente más largos. Esto no solo compromete la apariencia de las bolsas, sino que también provoca la pérdida de nutrientes en el alimento.